1. Utiliza un navegador seguro: Al elegir un navegador, asegúrate de elegir uno que tenga características de seguridad incorporadas, como protección contra phishing y malware, y bloqueo de ventanas emergentes.
  2. Usa extensiones de seguridad del navegador: Los navegadores modernos ofrecen una variedad de extensiones de seguridad, que pueden ayudar a protegerte mientras navegas en línea. Por ejemplo, una extensión de bloqueo de anuncios puede ayudarte a evitar anuncios molestos que a menudo se utilizan para distribuir malware.
  3. Mantén el software actualizado: Mantén tu navegador y otros programas que utilizas regularmente actualizados. Las actualizaciones de software a menudo incluyen parches de seguridad importantes que ayudan a protegerte contra las amenazas en línea.
  4. Evita hacer clic en enlaces sospechosos: Los enlaces sospechosos pueden ser una trampa para el phishing, el malware y otros ataques cibernéticos. Nunca hagas clic en un enlace sospechoso en un correo electrónico o mensaje de texto, o en un sitio web que no sea confiable.
  5. Verifica la seguridad del sitio web: Antes de ingresar información confidencial en un sitio web, verifica que la conexión esté cifrada y segura. Busca la cerradura verde o el candado en la barra de direcciones del navegador, que indica que la conexión está cifrada y protegida.
  6. Utiliza contraseñas seguras: Si bien esto es un consejo de seguridad general, es especialmente importante cuando se trata de navegar en línea. Utiliza contraseñas seguras y únicas para cada sitio web, y considera el uso de un administrador de contraseñas para generar y almacenar contraseñas seguras.